Medula espinal

Observaba detenidamente Algunos poros y pliegues  Que conjugaban ardientemente  Con los lunares de su piel Respiraba suavemente  Sobre su clavícula blanca Laberinto eterno aromáticamente, Sus cabellos rozaban mi cara Rozaba con mis yemas  Sus cabellos negros  Que hacían juego con su piel blanca Ya estaba perdido en su fragancia. Le besaba muy despacio la piel Sus hombros, sus manos, su cuello, Su ser Era uno con el mío. Sebveloso 

Tu y tu selenofilia, Yo y mi nictofilia, Ambos adeptos pluviales, Entre terpenos de café y preticor. Sebveloso 

Bultuntún. Empiezo con ruido. Sin miedo. Libre y verídico. Empecemos de nuevo, no seré efímero, voy a bocanadas. Voy con la verdad tras la verdad, por mi parte. Mi alma está manchada. Y es humilde de mi parte Usar esta tinta corrosiva, asquerosa, sucia. Y quemar todo el papel, Calcinarlo con esa asta de luz y trasmutar la energía negativa; Con mi lápiz azul. Bueno Me caído y entre epitaxis de bilis fluorescente. Escupido mi pulmones negros, frente a negros que no son mis negros. Cáscaras de piel recién cambiada han caído sobre un cuerpo casi no palpitante, perplejo a tal transformación. Quemaduras de cigarro en mi piel ya existen. Terror en días de otoño y felicidades de primavera. Me he cortado para ver si mi sangre era del color de mi lápiz azul. Pero era roja, mugrienta, adn español y portugués.  Escorias, Conquistadores les dicen. Harina de otro costal, del mismo quintal. Marginal. Olor a meado de gato Trastornos. Tengo sueños de alfarería y artísticos  Esculpiría un cristal hecho

Me estrelle en su escultura de ángel Pareciera que tiene aureola y alas. Me estrelle en su boquita  En su mirada. Me estrelle en su andar, Pareciera que tiene cola y salen llamas al pisar. Me estrelle y en sus manos me quisiera hilar. Me estrelle y me vuelve loca la cabeza, Una mirada o un gesto Me vuelve loca la cabeza  Y me estrello por esa estrellada estrella. Y me estrello en ella, una y otra, y otra ves. Y las que quiera que me estrelle, Me estrellaré,  Hasta ver las estrellas bajo las estrellas. Sebveloso

El secreto de nuestra poesía. Reside, En que tu y yo,  Sabemos hacer la mejor mermelada picante. Obvio, que tu traes los ajíes, Y el poeta lo dulce. Placer, Sabor, Dolor. Ambos nos encargamos del fuego, Para hacer una buena mermelada, debemos controlar el fuego de alto a bajo, y de bajo a perpetuo. Placer, Sabor, Dolor. Armada, mermelada, ulterior, a fuego lento. Miradla, distinguidla, seducirla. Seguido. Perpetuar el movimiento, sin caramelizar. Placer, Sabor, Dolor. Dadle azúcar y ya. Candela. Llevadla a fuego alto. Seguido. Hasta el hervor esperar y retirar las burbujas. Placer, Sabor, Dolor. Vierte los frascos en agua hervida. Sirve la mermelada de inmediato, Pero no toda. Tapad reposad y aprobad la miel servida de ambos néctares. Placer, Sabor, Dolor. Secreto de nuestra mermelada, es nuestro secreto. Sebveloso ,17 de octubre 2018

Vengo del centro sur de este horizonte, Vengo sin corcel, ni montura. Vengo a montarte en el horizonte. Hermosura. Vengo sin un centavo, sin un peso, sin una libra, Vengo con las ganas y nada mas. Vengo a nada mas que librar mis ganas. Líbrame de tu belleza, hermosa. Vengo sin bolso, sin cuadernos, sin cuentos. Vengo a coger conocimiento. Vengo sin cuentos a cogerte con consentimiento. Hermoseamiento. Vengo a conocer la luna y lunares, Vengo atrincherarme en tu caudales. Vengo a erizar la piel entre tus lunares. Hermosear. Vengo a la hora once y a quedarme a dormir. Vengo con cervezas. Vengo con sed de un ser que besa y quiere de ti. Hermoseador. Vengo directo, Vengo a gemir tu nombre. Vengo a quedarme adentro. Hermosa de mente, demente hermosa. Sebveloso